Provincia de Badajoz. Donde el pasado realza al presente


 Articulada de Este a Oeste por la autopista E-90, que nos lleva a Lisboa y de Norte a Sur por la A-66, que nos conduce a Sevilla, la provincia de Badajoz cuenta con más de 160 Municipios entre los que se reparten sus casi 700.000 habitantes. Estas carreteras son el tronco principal de comunicaciones desde el cual se reparten otras de menor categoría pero que nos permiten llegar a todos los rincones de su geografía. Ambas se cruzan en Mérida, constituida hoy en la Capital Administrativa Extremeña y desde allí nos encontramos con recorridos para todos los gustos, culturales, naturales, vinícolas, festivos y como no, gastronómicos.

 

Es por ello que la forma más apropiada de empezar nuestra visita, es hacerlo por Mérida. Antigua capital Romana de la denominada Lusitania, y que toda ella se puede considerar un Conjunto Arqueológico que por algo fue declarado Patrimonio de la Humanidad, pues además de los vestigios Romanos, estos se entremezclan con restos de Visigodos y Musulmanes. Más de 2000 años han pasado desde su construcción, viendo pasar diversas civilizaciones antagónicas, pero permaneciendo impertérrita al paso del tiempo y a las sucesivas devastaciones sufridas. El teatro Romano y su Anfiteatro se constituyen como el mayor valor arqueológico de la ciudad y que nos da una idea de la importancia que tuvo esta desde su fundación allá por el Siglo XXV A.C. Pero no solo en Mérida encontramos el Teatro, hemos de complementarlo con el Circo Romano adyacente, la Alcazaba Árabe, los Columbarios, La Morería y la casa de Mitreo, el Museo Nacional de Arte Romano (junto al acceso al Teatro) debe ser visita obligada para conocer la forma de vida y la cultura de sus fundadores. Magnifico edificio pero en el que nos sorprende más su interior, de unas proporciones enormes y que alberga una reconocida gama de objetos y obras de arte de la época.

 

Si de Mérida partimos en dirección Sevilla, tras pasar Almendralejo, llegamos rápidamente a Zafra, toda una referencia para el viajero que busca la belleza patrimonial y la monumentalidad de su casco histórico, cuyo epicentro son las dos plazas más emblemáticas de la ciudad, la Plaza Grande y la Plaza Chica. Representativo resulta el Palacio del Duque de Feria (hoy Parador Nacional), construido en el Siglo XV, la Iglesia de Santa Marina (hoy Sala de Exposiciones) con la escultura de Margarita Harrington, la Puerta del Acebuche, los Conventos de Santa Clara y el de Santa Catalina, la Casa del Ajimez y muchas más muestras del buen hacer arquitectónico de sus antiguos pobladores. La parada en Zafra no se puede obviar.

 

Desde Zafra y camino a Jerez de los Caballeros encontramos Burguillos del Cerro. Localidad silenciosa de un blanco inmaculado y vigilada desde un cerro adyacente por un inesperado Castillo, antigua Alcazaba Árabe y posteriormente usada por Caballeros Templarios, desde donde se vislumbran intrincadas callejuelas que parten de su Plaza de España, con una imponente Iglesia de Santa Maria y multitud de edificios de la nobleza, que nos llevan suavemente hacia su empinada y bella judería para terminar en su moderno Centro de Investigación Cultural, en la parte más alta del pueblo, y donde podremos hacernos una idea de su importante pasado.

 

Llegamos a Jerez de los Caballeros. Fundada por los fenicios, ocupada por los Romanos, conquistada por los Musulmanes y reconquistada definitivamente por Cristianos, fue asentamiento principal de la Orden del Temple y posteriormente cedida a los Caballeros de la Orden de Santiago. Todos estos avatares dejaron una huella decisiva en la población y que se refleja en la cantidad de construcciones que la salpican. Las Murallas, La Alcazaba, La Fortaleza, Las Iglesias de Santa Maria, San Miguel, San Bartolomé, Las puertas de acceso a la ciudad, varios Conventos, infinidad de Ermitas e incluso antiguos hospitales, inundan las calles y están rodeadas por multitud de casas y palacios. Se necesita un día completo para visitarla y conocerla en profundidad, pues solo la visita a su Museo de Arte Sacro nos llevará bastante tiempo. Si decidimos pasar allí la noche, no habrá problemas pues la oferta hotelera y de restauración está a la altura de las exigencias y es muy completa y variada. Hijo de la ciudad fue el insigne explorador de las Indias, Vasco Núñez de Balboa, descubridor del Océano Pacifico y que allí se le recuerda como se merece. También partiendo de Jerez de los Caballeros, podremos ir en dirección a Fregenal de la Sierra y luego a Higuera la Real, donde no estará de más acudir al CICI (Centro de Interpretación del Cerdo Ibérico) que allí se encuentra y así comprender, más si cabe, la historia y todo el proceso de crianza del cerdo ibérico. Siguiendo la carretera hacia el sur y adentrándonos ya en la Provincia de Huelva llegaríamos a Jabugo, cuyo nombre ya lo dice todo.

 

También y tomando como punto de partida Zafra, podremos acercarnos a Llerena. Esta monumental ciudad empezó a tomar protagonismo al instaurarse en la zona la Orden de Santiago, y que ocupo durante mucho tiempo la capitalidad de la Provincia de León de la citada Orden, también se erigió en sede del Tribunal de la Inquisición. Fue durante esa época cuando se erigieron en ella los magníficos edificios que jalonan sus calles, tanto civiles como religiosos. No nos será fácil abstraernos de la hermosa visión que nos muestra su Plaza Mayor en cuyo costado se levanta la magnifica Iglesia de Nuestra Señora de Granada, bella sin lugar a dudas y con lienzos originales de Zurbarán. Una estatua del pintor se erige en su acceso principal. Pero hay más que admirar, su Palacio Episcopal, la Iglesia de la Merced, el Convento de Santa Clara, el Hospital de San Juan de Dios, la Iglesia de la Concepción, Casas, Palacios y mucho más. A destacar la visión de la ciudad en la noche, cuando la iluminación la muestra en todo su esplendor. Por ella pasaron personajes ilustres, además de Zurbarán, Luis de Zapata (Consejero de los Reyes Católicos), Pedro Cieza de León (Cronista de Indias), Garcia López de Cárdenas (descubridor del Cañón del Colorado), entre otros muchos, lo cual nos da una idea de la importancia que tuvo la ciudad en épocas pasadas.

 

Y recordando a ilustres Pacenses, no nos iremos de Badajoz sin visitar Medellín, lugar de nacimiento de Hernán Cortés (Conquistador de Méjico). Allí, junto al rio Guadiana que hemos de sortear atravesando un gran puente barroco, se levanta Medellín a la falda de una loma coronada por un hermoso y gran Castillo Medieval, en aceptable estado de conservación y que aloja actualmente un pequeño Museo con objetos usados en la conquista de América. La Iglesia de Santiago, la de Santa Cecilia y la de San Martin, complementan la monumentalidad e la ciudad. Pero la joya que alberga Medellín es el graderío del Teatro Romano ubicado a la falda del castillo, del que se han extraído soberbias piezas escultóricas que se pueden apreciar en la exposición existente en el Centro de Interpretación contiguo al graderío.

 

A lo largo del recorrido por la provincia encontraremos lugares suficientes para el descanso. Mérida dispone de Parador Nacional de Turismo (www.parador.es), del Hotel BlueCity Mérida Palace (www.bluebayresorts.com) y de otros muchos establecimientos que nos permitirán hacer de Mérida el punto de partida para las innumerables rutas que jalonan la provincia. Pero si queremos alternar el lugar de descanso, en Llerena se ubica la Hospedería Mirador de Llerena (www.hospederiasdeextremadura.es), lugar ideal para el descanso en el mismo centro de la localidad, y el Zafra otro Parador Nacional de Turismo (www.parador.es). Estos lugares son suficientes para movernos con total facilidad por la zona, sin hacer largos recorridos.

 

En cuanto a la gastronomía, que vamos a decir de la cocina Extremeña. Cocina sencilla pero con una excelente calidad de las materias empleadas. Al tratarse de una provincia extensa, muchos son los productos de que dispone y gran parte de ellos con D.O. Todo lo derivado del cerdo ibérico, quesos como la Torta de la Serena, carnes tanto de cordero como de caza, las migas extremeñas y multitud de sopas. Los vinos de la Ribera del Guadiana han de acompañar todo tipo de comidas. En cualquier localidad Pacense encontraremos donde degustarlos, pero un lugar único y sorprendente lo encontramos en Los Santos de Maimona y se llama “Las Barandas” (www.lasbarandas.com), en la misma Plaza de España y con una cocina tradicional pero muy actual y elaborada a cuya cabeza se encuentra Manuel Gil, todo un acierto.

 

Resumiendo, encontramos en la Provincia de Badajoz, de todo. Arte, Cultura, Gastronomía, Naturaleza, Historia, Arqueología, Tradiciones, Agua, Tierra. Muchas formas existen de conocer la zona, desde rutas turísticas previamente planificadas a simplemente dejarse llevar por la carretera y hacer una alto donde nos apetezca. La sorpresa será magnifica y muy grata.

 

Texto; José Muñoz Mora

Fotos: Montserrat Velasco